Lucerito que brillas apartado en la noche, trazas tu sendero durante el día, buscas entre los tuyos una salida pero encuentras que la sombra y el vacío invadieron sus conciencias. Aquellos juegos de infancia, aquellas sonrisas, hoy son humo que se va hacia la capa de ozono y perfora nuestros pulmones convirtiéndolos en cenizas.
Esa unión que antes valía por su existencia hoy vale unos cuántos centavos de miseria, te auguro un mal presagio pues me apartaré de tu lado Lucerito que un momento estallarás como supernova. Ahora que el cosmos nos permite encontrarnos con otras estrellas, mi constelación se adhiere a una más sublime, más existencial y un poco más cerca a la humanidad. Mientras ahí te hayas tu sembrando odio y viviendo en tus millones de desdichas en compañía de perversos parásitos que te absorben durante el sueño.
Cuando llegará el día en que demos un giro a este universo y entendamos que la salida es hacia el otro lado del camino, el cual abandonamos el siglo pasado y hoy acudimos solamente en los libros de historia, como una batalla perdida del que piensa, como una obra de arte de aquel que crea...
Comentarios
Publicar un comentario